¡Hola a todos!
Hace unas semanas me hice con el último lanzamiento de la editorial Cabeza de Chorlito. Hoy os cuento un poco sobre la editorial y sobre este ejemplar: CURSO Y DISCURSO.
CABEZA DE CHORLITO
Seguro que ya conocéis al fotógrafo leonés Alberto García-Alix, ¡pues es uno de los cofundadores de esta editorial, junto con Frédérique Bangerter!
Cabeza de Chorlito tiene su sede en Madrid y es una editorial independiente, que abarca proyectos de varias disciplinas artísticas. El naming de la editorial nace de la expresión: «ser un cabeza de chorlito». Los chorlitos son pájaros que se caracterizan por ser despistados, excavan sus nidos en las playas y los dejan sin ningún tipo de protección, además de no reconocer los suyos propios y acabar alimentando los ajenos. Con todo esto, el discurso que Cabeza de Chorlito pretende transmitir es que se trata de una editorial que no pretende tener una línea definida y cuya única voluntad es crear proyectos.
CURSO Y DISCURSO
El libro tiene tres autores: Gonzalo Golpe, Ricardo Báez y Alejandro Marote. Definen el libro como «raro, difícil de clasificar y más aún de definir«. Por fortuna, después de esta entrada, os quedará clarísimo.
El libro es la promesa de la comprensión del lenguaje del libro fotográfico y, por ello, hice la compra, esperando conocer los secretos del lenguaje editorial de la mano de Gonzalo Golpe, Ricardo Báez y Alejandro Marote.
Todo el mundo, si no lo sabe, lo imagina: leer un libro fotográfico es diferente a cualquier otra lectura. Desde pequeños nos han engañado con eso de «una imagen vale más que mil palabras» y siempre, sin excepción, cualquier libro fotográfico obliga a tener cierto compromiso para su entendimiento. Por eso, los libros fotográficos suelen pertenecer solo a aquellos que son del gremio o aquellas personas que tienen un interés personal con el autor. Incluso para aquellos, como es mi caso, que han usado su tiempo para el aprendizaje de esta rama, sigue siendo un trabajo arduo de comprensión. Por lo tanto, que estos tres profesionales regalen sus secretos, parece motivo suficiente para adquirirlo.
CURSO Y DISCURSO © Cabeza de Chorlito, 2020
No seáis tan ilusos como yo y esperéis un libro extenso, donde el texto predomine en la lectura, donde literalmente descubráis todos los interrogantes. Para mi sorpresa, que ya tenía expectativas altas, me encontré con algo mucho mejor.
El libro tiene un carácter poético y a la vez pedagógico. Podemos intuirlo ya desde la portada, donde se nos obliga a leer todas las características del libro, como el número de páginas, las medidas, el peso, el tipo de encuadernación o la tipografía. Este imperativo fuerza a percatarse de todos estos elementos, porque no son escogidos al azar y es necesario reparar en ellos para entender el libro. En este temprano momento de la lectura, ya comprendemos el título: el libro, en su totalidad, es en sí obra y discurso. Esto lo confirma una especie de introducción, también en portada: la obligación del autor y los editores es «conocer el medio, meditar sobre el soporte». Las tripas de un libro, el contenido de este, normalmente distrae al lector de estos datos, de los que aquí nos informan en la portada. De esta manera, lo que se consigue es que el lector repare sobre el soporte y comience a hacerse preguntas. Si se informara de las características del soporte en otro espacio de la estructura del libro, no se conseguiría imponer su reflexión al lector.
Una vez abierto, comienza la lectura con las palabras de Gonzalo Golpe. Después, un descanso en blanco y continúan sus palabras, recordándonos a su vez esa introducción de la portada. Observamos que las palabras de Gonzalo Golpe han quedado abiertas; continúan el discurso las imágenes de Alejandro Marote. Este inicio nos prepara para la lectura: debemos leer el texto de Gonzalo Golpe y las fotografías de Alejandro Marote al ritmo que marca el diseño de Ricardo Báez. Todos los elementos funcionan como un todo: ningún elemento tiene mayor peso o importancia sobre otro, son parte de la estructura del lenguaje del libro.
Este ritmo de lectura nos lleva a pasar más y más páginas, reflexionando sobre el propio hecho de pasarlas, entrando de manera activa en el curso del discurso. El libro ya no pertenece solo a los tres autores, también pertenece al lector. La participación del lector, despertada por el soporte, el diseño, el texto, la fotografía…, transforma el diálogo.
Reflexionamos, ¡vaya si reflexionamos! Nos damos cuenta de que leemos lo que sostenemos. Comprendemos el libro como la extensión de la esencia y elemento establecedor del autor, entendido de manera genérica, como el filósofo habla del ser humano. Sopesamos todas las percepciones visuales, vemos sus conexiones, atendemos al formato, a sus materiales… Y de esta manera, poco a poco, terminaremos el libro.
CURSO Y DISCURSO es una obra poética, un ejercicio, la materialización de un discurso que permite a este transcender del propio objeto para su comprensión. En mi opinión, el libro es una obra conceptual.
Seas o no del gremio, merece mucho la pena.